CARTA DE UN TRABAJADOR
Mi jefe es un usurero, me digo mientras recargo mi cartera de bolídrafos, folios, clips y algún que otro cd para que la niña pueda grabarse las fotos del fin de semana con las amigas.
Me sube las horas laborables pretendiendo congelar mi sueldo otro año más. Así no podré trabajar, la ansiedad me está matando, como se lo diré a mi esposa, mis amigos creerán que soy idiota.
CARTA DE OTRO TRABAJADOR
Mi jefe está en banca rota, mi trabajo pende de un hilo, que puedo hacer yo ante esta situación tan alarmante, piensa mientras enciende la alarma y apaga las luces del escaparate.
Debo hablar con él y llegar a un acuerdo óptimo para los dos, le llamaré por teléfono y quederé ahora, para mañana es tarde.
Señor he llegado a una conclusión, si me lo permite, se que la empresa es suya, pero llevo tantos años trabajando aquí que la considero como mía, y a usted le tengo en mucha consideración, gracías a su valentía y devoción por mantener la empresa yo he podido estar viendo como crecía día a día y he dado de comer a mi familia estos años.
Con todos mis respetos, me he atrevido ha mantener esta conversación con usted por las circunstancias en las que se encuentra ahora mismo la empresa.
Quizá antes de pensar en un cierre deberíamos sopesar la situación.
PROPOSICIÖN
M ofrezco a la congelación de mi sueldo por otro año más y dejo disposición de horario a su merced.
Ante la proposición su jefe le da un gope en la espalda y dejando entrever una pequeña sonrisa le deja marchar a casa con su familia diciéndole: hasta mañana Manolo y gracias por todo.
La comunicación lo es todo.
Escrito por Wanda Gil